martes, 10 de mayo de 2016

"El ardor de la sangre", Irene Nemirovsky. (Frases que me gustaron)

Proverbio: "Los días se arrastran y los años vuelan"

-"Ante determinados hechos de tu vida, ¿no piensas a veces en el instante del que nacieron,en el germen del que surgieron? No sé como decirlo...
Imagina un campo en el momento de la siembra todo lo que contiene un grano de trigo, las cosechas futuras...Bueno, pues en la vida ocurre exactamente igual. El instante en que vi a Francois por primera vez, en que nos miramos, todo lo que contenía ese instante...¡Es terrible, es escalofriante , produce vértigo!.
Si-dije-si supiéramos lo que recogeremos por adelantado ¿quién sembraría su campo?.
Pues todos, Silvio, todos. La vida es eso, alegría y llanto, todos queremos vivir menos tú."

-"En las reuniones de gente madura se respira una especie de imperturbabilidad, los organismos han digerido todos los platos pesados amargos y picantes de la vida, han metabolizado todos los venenos y durante 10 o 15 años permanecen en un estado de perfecto equilibrio, de envidiable salud moral. Están satisfechos de sí mismos. El penoso y vano trabajo con el que la juventud intenta adaptar el mundo a sus deseos ha quedado atrás. Ha fracasado y ahora descansan. Dentro de unos años volverá a agitarlos una sorda inquietud que esta vez será la de la muerte, pervertirá sus gustos de un modo extraño, los volverá indiferentes o raros, o gruñones, incomprensibles para su familia, extraños para sus hijos. Pero de los 40 a los 60 gozan de esa precaria paz".

"Oh, un nuevo amor, sí. Pero lo mejor para que llegue y me refiero a un amor auténtico, limpio, sano, es no pensar demasiado en él, no llamarlo. Si no te equivocas. Le pones la máscara del amor a la primera cara vulgar que se presenta."

"No me arrepiento del tiempo perdido persiguiendo la fortuna, en la época en que compraba caballos en Canadá o comerciaba en el Pacífico. Esa necesidad de marcharme, el asfixiante aburrimiento que me inspiraba mi tierra, los sentí a los 20 años con tanta fuerza que si hubiera tenido que quedarme probablemente habría muerto. Y efectivamente eso era lo que yo quería, un cambio. La sangre me ardía en las venas cuando pensaba en aquel mundo inmenso que vivía la vida mientras yo seguía aquí."


"Pero a los 20 años ¡Cómo ardía!¿Cómo prende en nosotros ese fuego ?En unos años, en unos meses a veces en horas lo devora todo y después se extingue. Después puedes enumerar los destrozos. Te ves atado a una mujer a la que ya no quieres o arruinado como yo, o si has nacido para tendero y te has empeñado en ser pintor en Paris acabas tus días en el hospital. ¿Quien no ha visto su vida extrañamente deformada y torcida por ese fuego en un sentido contrario a su naturaleza profunda?.
En definitiva todos nos parecemos mucho o poco a las ramas que arden en mi chimenea y se returcen  al antojo de las llamas. Aunque tal vez no debería generalizar: hay gente que es tremendamente sensata a los 20 años. Pero yo prefiero mi locura a toda la sabiduría".




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